A mis casi 8 meses de embarazo he estado a punto de llorar como una niña pequeña ¿ el motivo? He vivido la emoción de que alguien me haya cedido el sitio en el autobús. Puedo decir que hasta ahora nadie en todo el embarazo se ha tomado la molestia de ofrecerme su sitio en el transporte público. Realmente lo del llanto no es una broma, no se si será el efecto de las hormonas pero he notado como los ojos se me ponían acuosos y se me congestionaba la nariz.
He sentido que a lo mejor no estábamos tan deshumanizados como yo pensaba, a lo mejor lo que he tenido hasta ahora ha sido mala suerte. Lo malo es que al día siguiente dudas de todo esto cuando ves como un señor mayor increpa a una señora por subir al autobús con el cochecito de su hijo. Por lo que se ve no importa lo que dice la ley, no importa lo que dice la lógica, ni las buenas costumbres. Aquí cada uno arrima el ascua a su boquerón aunque el perjudicado pueda ser un bebe que todavía va en carrito o que incluso no ha nacido.
Si ellos son nuestro futuro y aprenden de lo que ven lo tenemos bastante chungo porque la verdad es que el panorama no es muy alentador.
Pretendo remover un poco la conciencia de la gente diciéndole que la solidaridad no se manifiesta solo yendo a manifestaciones o poniéndose la pegatina el día de la banderita. La solidaridad tiene que empezar a demostrarse por pequeños gestos que tienen que ver con nuestros actos cotidianos.
Rosa
miércoles, 30 de junio de 2010
2 comentarios:
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Yo cuando estaba embarazada deje de ir en metro por las que se liaban, los que estaban de pie increpaban a los que estaban sentados porque no me cedian el asiento, pero al día siguiente cuando se cambiaban las tornas, los que iban de pie ahora iban sentados, tampoco lo cedían. Al final a la misma hora ibamos los mismos y todos unos hipócritas, no me cedian el asiento, diossss que situación. Sólo en dos ocasiones me cedieron el asiento y también me dieron ganas de llorar
ResponderEliminarPreguntarselo a cualquier embarazada. Tienes mas razon que un santo (que una santa en este caso).
ResponderEliminarY los peores en el bus son los jubilados aburridos y amargados, que no tienen con quien hablar en todo el dia y se suben a la linea X a montarla. Y hasta que no lo consiguen no se van a casa contentos.
Al tio de la vara les mandaba yo.