lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Por qué?

¿Por qué tenemos que repetir a los niños una y otra vez las mismas cosas CADA DÍA?

¿Por qué esperan a la amenaza o al cabreo monumental de sus padres para obedecer?

¿Por qué tenemos que recordarles TODOS LOS DÍAS que se laven, se peinen, se cepillen los dientes, recojan sus juguetes, se vistan o recojan su taza del desayuno o la merienda, y sin embargo, si se nos ocurre decir UNA SOLA VEZ Y EN VOZ MUY BAJA que “a lo mejor mañana vamos al zoo o al cine” te lo van a recordar durante TOOOOOOODO EL DÍA y no se les olvida? (Bueno esta respuesta es obvia).

¿Por qué les gusta ver a sus padres de mal humor y en tensión?

¿Por qué se portan peor cuando les dices que se porten bien?

¿Por qué dicen todo el rato “espera” y ellos no toleran esperar ni dos segundos?

¿Por qué recuerdan algo que dijiste hace meses y no se acuerdan de que les acabas de decir que recojan sus juguetes?

¿Por qué van siempre descalzos y evitan ponerse las zapatillas?

¿Por qué aunque haga un frío que pela, prefieren estar encogidos en la cama y no taparse?

¿POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUÉ?

No sé muchas de las respuestas, pero lo que sí sé es que estoy agotada, me siento como un loro de tanto repetir las mismas cosas, así que me voy a comprar uno para que me sustituya.


ANA

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Anecdotas

Todos tenemos anécdotas de nuestros hijos que nos han hecho gracia alguna vez y casi nunca (por no decir, nunca) contamos y mucho menos escribimos. Recuerdo dos que han ocurrido en estos días y que me han hecho especial gracia.

1. Veo a Pedro montado en el triciclo de sus primas. Va conduciendo con una sola mano porque en la otra lleva algo que no distingo. Le pregunto: “Pedro, ¿qué llevas en la mano?”. Me dice: Es una lagartija que me he encontrado y le estoy dando un AGRADABLE paseo. Sé que es una chorrada, pero me hizo gracia la expresión.


2. Verónica: “Mamá, quero un pachús” (Traducción: Mamá, quiero un chupa-chups).
Mamá: “Vale, cuando te pongas las zapatillas, te lo doy” (llevaba más de 10 minutos intentando que se pusiera las zapatillas).
Treinta segundos más tarde aparece en la cocina con las zapatillas puestas para recibir el chupa-chups prometido.
Se lo doy y me pide que le quite el envoltorio. Una vez pelado, se lo entrego y se da media vuelta contentísima con su “pachús”.
Le pregunto “¿qué se dice? Contestación: “Mu güeno
No pude hacer otra cosa que reírme.

ANA

martes, 7 de septiembre de 2010

Dinero fácil

Si intentas que tus hijos aprendan y consigan objetivos que les sirvan (o no) de mayores a base de castigos, puede que al principio funcione, pero llega un momento en que deja de ser efectivo y sobre todo, es desagradable para ambas partes. La otra estrategia es incentivar por medio de premios (refuerzo positivo).

Eso es lo que hemos intentado estas vacaciones con Pedro (6 años). Después de varios días con una actitud insoportable, le planteamos que si cambiaba de actitud y se portaba razonablemente bien durante un día entero, al día siguiente le compraríamos el juguete que estaba deseando desde que llegó.

Y dicho y hecho, como tenía un objetivo claro y material a la vista, se portó fenomenal, pasamos un día estupendo sin cabreos, ni enfurruñamientos por cualquier cosa. Todo eran risas y buen rollo. Vamos, un día PERFECTO. Consiguió su premio al que momentos más tarde dejó de prestar la menor atención (y hoy en día convive en un cajón con el resto de juguetes olvidados). ¡Lástima de mundo consumista!

Él, al darse cuenta de que se puede conseguir más portándose bien que mal, nos propuso un trato. Si se portaba bien durante 3 días, quería que le comprásemos una pistola de agua última generación de ¡tres chorros! (era el capricho del momento, al que dos días más tarde le sucedió un megáfono, ¡Dios mío, yo prefería la pistola que es silenciosa!). La pistola en cuestión costaba 6 euros, así que debía conseguir cada día 2 euros por portarse bien (en este punto aplicábamos las matemáticas, vamos, que parecía un plan perfecto). Nos pareció razonable y hasta “educativo” (ilusos de nosotros), pues pensamos que de esa manera sabría valorar el esfuerzo que supone “ganarse” las cosas y el dinero que cuestan.

Y así lo hicimos. El primer día fue bien y se ganó sus 2 euros. El segundo se fue encontrando dinero, primero en una cabina, luego en las máquinas de Internet del hotel (en total consiguió ¡más de un euro!) y ya no se portó TAN bien.

Y al tercer día, toda su obsesión era ir rebuscando por las trampillas de las cabinas y todos los rincones donde intuía que encontraría dinero perdido. ¡Y el tío morro se lo encontraba! Así que el fracaso fue estrepitoso, pues consiguió el dinero por otros medios y encima no aprendió lo que cuesta ganarlo, sino que te lo vas encontrando por ahí de la forma más fácil………

Al final se compró el megáfono. Estaba contentísimo (su madre no tanto). Al grito de “¡Teeeeeeeengo booooooooquerones oiiiiigaaaaa! Pasó una tarde muy entretenida. Al día siguiente, casi ni se acordaba del megáfono. ¡Pierden de inmediato el interés!

Soy de la opinión de que tenemos exceso de cosas (tanto adultos como niños) y por eso, no valoramos en absoluto lo que tenemos. Creo que vamos por el camino equivocado en este aspecto, pero ese es otro tema que ya trataré otro día, a menos que alguien se me adelante….

Por muchos manuales, revistas, consejos de Supernanny y demás zarandajas que leas sobre cómo educar a tus hijos nunca sabes cómo acertar. Así que me voy a preparar unos boqueroncitos que al menos sé que son buenos para mantener a raya el colesterol.
ANA

martes, 31 de agosto de 2010

Gente Boquerón

Los boquerones suelen ir en bandadas (si, como los pájaros, según San Google bendito y Santa Wikipedia mártir) todos juntos, "acochinaos", como si no hubiese mar para tener que ir tan apretaos".

A la gente le pasa igual, siempre hay que ir "aborregados", da igual si hay sitio de sobra, la cuestión es ir "arrimao" al que sea. Hace tiempo que llegué a esta conclusión, han sido muchos años de ir en Metro, pero esto último me lo confirma.

Hace unas semanas tuve una intervención en un CPD enorme (una sala con un montón de sistemas). Salvo cuando no queda más remedio, no es un sitio hecho para que trabaje gente, sólo para que estén las máquinas en unas condiciones determinadas de humedad, temperatura y limpieza (esto último como que allí donde estuve no se lleva). Esta es una de esas ocasiones que hay que estar físicamente delante de la máquina.

Llego al sitio en cuestión, salvo dos mesas y tres sillas desvencijadas, no hay ni donde colocarse. Estoy con el administrador de la máquina que ha venido de "miranda" (otra bonita costumbre de este país que dejo para otra entrada del blog). Consigo colocar una mesa cutre y asquerosa en el lateral del armario donde esta la máquina, reviso el CPD y consigo una silla que no tenga más años que mi abuelo y que no este rota, a todo esto el administrador ni me echa una mano, la caballerosidad en el mundo de la informática ha muerto, si es que existió alguna vez..., bueno, soy una mujer liberada, puedo yo sola.
Saco el portátil, consigo conectarme a la máquina en cuestión, cosa que me sorprende gratamente, es del año de la tos y he tenido que robarle un conector a otra máquina (con permiso del otro administrador y que conste que luego lo devolví a su sito).
Vale, ya estoy, comienzo la intervención, una cosa fácil pero que se puede poner desagradable como no salga la instalación del sistema operativo (como todo en esto de la informática, muy fácil pero como se tuerzaaaaa). Parece que la cosa tira, aun con la chaqueta de lana que he rescatado de la ropa de invierno, hace un frío que pela y encima con corrientes de aire, que no se diga que las condiciones de humedad y temperatura no son las correctas, ahora que lo de la limpieza.... tengo ya las manos que parezco un carbonero y llevo aquí como 10 minutos.

Al rato llegan dos pollos, nos dan los buenos días (mira, educados son) y se ponen a tocar un cacharro (vete tu a saber que es) que esta en un armario a tres pasos. Se colocan una mesa o algo que lo fue en sus tiempos (ja! la buena la tengo yo, al que madrugaaaaaa) y se ponen justo justo a nuestro lado, pero justo-justo, cuatro personas en un metro cuadrado.

No me j.... que no hay sitio, si esta sala del CPD es como dos veces mi casa y como poco el cable de conexión mide un metro, joder, no se pueden poner un metro mas "pa'lla", pues no, aquí codo con codo, pero literal. Y encima un poco por detrás de mi, justo para estar toda la puñetera intervención mirando por encima del hombro, genial, como esto salga mal encima me hacen la ola. Pues no me da la gana moverme yo, he pillado un sitio genial donde no corre demasiado el aire.

Parece que la instalación va saliendo, me toca llamar varias veces a la ofi para consultarles alguna cosa que la instalación va preguntando, el administrador de la máquina también mete baza y los otros allí, mas pendientes de lo nuestro que de su dichoso "parato", como se les ocurra opinar también la lío.
Conectan su portátil, el móvil y yo que se que más en el mismo enchufe que uso yo, venga a saltar por encima de mi cable de conexión, que no esta muy católico. Como se suelte a mitad de instalación, en este CPD va a correr la sangre.....

Uno de los pollos se pone a hablar con el administrador de la máquina, que si le conoce de vista, que si en que departamento está, que si conoce a no se quién y tal, joer, no se podrán ir a pegar la hebra al pasillo y me dejan solita, no, aquí dando la brasa, que entre el ruido de las máquinas, del aire acondicionado a toda leche y ellos raja que te raja, no oigo a los de la ofi.

El tío cotilla pregunta que estamos haciendo, cuando se entera que soy de la empresa X (subcontratada por Y y cedida a Z, eso no se lo aclaro) me mira con respeto y admiración, aquí se aplica lo de cria fama y échate a dormir, bueno, le voy a perdonar que sea un cotilla, pero lo de que le tenga casi sentado en mis rodillas no.
Una vez que la instalación esta lanzada, hay que esperar como dos horas sin poder hacer nada, (ni respirar no sea que se j...) así que aprovechando que están allí los dos pollos y que son gente conocida, les digo que me echen un vistazo al portátil que nos vamos a tomar un café o mejor una tila, porque los tres tíos estos me tienen acelerada. Al final acabamos la instalación bien, con los pollos allí a 30 centímetros.

Eso si, esta semana me las he ingeniado para venir yo sola al CPD a otra intervención, bueno, pues apareció uno de los pollos a volver a conectarse al mismo "parato", aun por demostrar que eso es una máquina, son de marca "Ni-su", monísimas en beige y pistacho, pero deben ser una mierda cuando el tío este tiene que venir a arreglarlas cada dos por tres.
Pues otra vez encima mio el pollo, que en las dos horas que duraba la intervención y sin conexión a internet, esperaba yo poder colocar unas fotillos del niño en el disco duro, leer alguna cosilla que tengo atrasada, escribir esta entrada del blog, pues no, aquí mirando como avanza la barra del porcentaje de la instalación. Encima no le voy a entretener con las fotos de mi hijo, ¡no te digo! Esta vez tuve suerte y se fue pronto dejándome a mis anchas, si ya lo dice mi padre, que el buey solo, bien se lame. Pero claro, si lo pienso bien, sola en un CPD, con el frió este, el ruido infernal de las máquinas, que como se me acerque alguien por detrás ni me entero, con la de piraos que hay en esta empresa, madre miaaaaaaa, como me pase algo aquí no se entera ni Blas, eso si, mi cadáver aparecería en perfectas condiciones de conservación, con este frío, tengo la piel super tersa. Diossssss, casi hecho de menos a los pollos de las máquinas monas, bueno no, casi prefiero arriesgarme estando sola.

Ale, contadme vuestras experiencias con gente boquerón.

Lulú

martes, 3 de agosto de 2010

Boquerones chinos

Hola a todos
Esta es mi primera entrada en un blog, espero que os agrade.

Mañana estoy de vuelta al curro, menuda gracia.

Hemos estado dos semanas y media de asueto pero me ha sabido a poco. Una semanita en la playa, en Alicante, para descomprimir, relajarse y olvidarse de todo. Hemos estado en un hotel bastante guapo, se llama La Laguna y es tipo resort con Spa y campo de Golf. El golf ni lo hemos olido, pero nos dimos al dia siguiente de llegar una sesión de spa que nos quedamos relajadísimos. Como Lidia tiene 3 años, no la dejaban pasar y Nuria y yo nos turnamos. Una gozada, con salas de aromaterapia, sauna finlandesa a varias temperaturas, baño turco, sala de hielo, piscina de agua mineralizada, terma romana, zona de relax con infusiones y para terminar la piscina jacuzzi con tumbonas de burbujitas y chorros de agua. Cuando queríamos playa, nos ibamos entre Guardamar y Torremolinos, y Lidia se lo pasaba pipa saltando las olas (este año por fin le ha perdido miedo al mar).

El ultimo dia en Alicante nos encontramos una cria de gorrión que se habría caído de su nido en lo alto de una palmera. De hecho nos encontramos 2, ya que era un dia de viento, pero una de ellas estaba muerta. Intentamos dejarla en sitio seguro, pero era en mitad de la calle y subirse a la palmera (10 metros de nada) quedaba descartado, así que pedimos un trozo de pan en la cafetería del hotel y con pan y agua le tuvimos al pobre hasta llegar a Madrid. Luego lo llevamos a una pajarería y le hemos comprado comida especial que se llama pasta de cria y se la damos con una jeringa. Al cabo de pocos días se ha puesto como un toro. Lo pillamos sin apenas plumas y ahora parece una drag queen. Lidia lo bautizó como "Baby". Nuestra idea era soltarlo en cuanto pudiera volar, pero cada vez se está integrando más en la familia y ya nos han avisado que si nos encariñamos no lo vamos a querer soltar. En fin de momento no vuela, así que habrá tiempo de decidir. Ya iré poniendo alguna entrada con más fotos de "Baby".

La semana pasada de visita al pueblo a llevar a mi padre y que se quede unos dias, descansando y recuperandose de su operación de rodilla. La verdad es que en un mes desde que le hicieron la recomposición completa con las prótesis se mueve muy bien. Ya casi ni necesita muletas. De aquí a nada a competir en las olimpiadas del hogar del pensionista.

En fin, que mañana vuelvo al curro, a comerme unos boquerones chinos, y espero que no se me indigesten.

Un saludo a Todos
Eduardo

viernes, 30 de julio de 2010

Cara de Boqueron

Al final, un poquito de música. Antes de empezar a leer esta entrada os ruego que le deis al play, para presentaros la canción no oficial de este blog.

Y después de estos segundos musicales, seguimos.
Ha raíz de la entrada anterior (Ver "niños boqueron"), y del comentario que decía que si tuvieramos güevos otro gallo nos cantaría, de la cara de boquerón que se les quedaría a esos padres despreocupados,... me he recordado yo mismo (fíjate, oye) ciertas situaciones vividas, en las que una persona tiene los güevos, la imaginación y el humor suficiente como para tener una salida de este tipo. Aquí hay varias:

*Yo de mayor quiero ser como Guillermo. Este colega y yo, estábamos un día cenando con las familias en un restaurante (del que no voy a hacer publicidad porque no me paga). Al pedir la cuenta, el estacazo era considerable. Nosotros le dimos nuestra parte y Guillermo pago con la tarjeta. Cuando le trajeron el papelito para que firmara, estábamos hablando y el camarero se quedo esperando. El se giro, miro al camarero, miro el recibo. “Ah, que quieres un autógrafo”. Cogió el papel y el boli y puso: “Con todo mi cariño a un gran fan” y firmo.

*Lola es un referente, nuestra guru, nuestra guía. Solo tenéis que ver el manual de lolaismos. Estábamos con ellos en su parcela. Mi flor favorita y Lola se acercaron al pueblo a comprar. Entraron a la frutería y Lola pregunto:
-¿Están buenos estos melocotones?-
-No lo se, pero huelen muy bien.-
-Vale, me los llevo, y si salen malos los uso de ambientador.-

*Otra vez con Guillermo. Fuimos de compra a Chicco, porque quería regalar un carro de paseo a unos cuñados suyos que habían tenido un niño. Después de sopesar varios, llamamos a la dependienta y le dijo: “Nos gusta este ¿Nos lo puedes sacar?” “Si, pero solo lo tengo en rojo y en marrón.” Se quedo pensando un rato y dijo “Vale. Pues sácamelo azul.” Con cara de sorpresa, la señorita contesto “Perdone pero no me ha debido entender. Solo lo tengo en rojo y en marrón.” “Ah, Ah.” Se quedo pensando un rato y dijo muy serio “Vale. Pues sácamelo azul.” La dependienta que ya se olía algo “Solo lo tengo en rojo y en marron.” “Ah, Ah.” Se quedo pensando un rato y dijo de nuevo muy serio “Vale. Pues sácamelo azul.” La dependienta comenzó a reírse y solo entonces le dijo “Rojo me vale”.

Seguro que vosotros conocéis mas. Podéis ponerlos en los comentarios.

"Eh tú, boquerón,
nadie te iba a ti a pescar.
Eh tú, boquerón,
sabías por dónde nadar
Eh tú, boquerón,
en ti no cabía el error.
Eh tú, boquerón,
de entre todos el mejor
."
Boqueron. Enemigos

martes, 27 de julio de 2010

Niños boquerón


Hay quien tiene hijos como el que tiene boquerones, les presta la atención justita y luego espera que le salgan buenos.

Estamos en la piscina, tirados en el césped, el niño juega con otros niños, al final te acabas juntando con las vecinas cuyos niños tienen la misma edad que el tuyo.
Van, vienen, se quitan los juguetes, se cambian las pistolas de agua, ... vamos, lo normal, unas veces el del conflicto es el tuyo, otras es el de la vecina, pero más o menos todas las mamás controlando a su retoño. Saco un paquete de galletas y como por arte de magia, un montón de niños a su alrededor, con ello contaba, te pones a repartir a diestro y siniestro, sin problemas, el mio también gorronea en otras toallas, son niños, es lo normal, pero ¿esa niña de quién es?, me da cosa darle una galleta a un niño que no me suena, no sea que la madre en cuestión no quiera que la niña coma galletas por esto (alguna alergia, vete a saber con la de ellas que hay) o lo otro (que son la 8 de la tarde y luego no me cena, por ejemplo, no quiero que me piten los oídos a mi o a mi santo padre), pero por mas que miro, no veo a ninguno/a pendiente de la cría, bueno, con 4 años que parece tener, comen galletas sin problemas, (otra cosa es si veo que es muy bebe, entonces no me atrevo no sea que aún no sepa deglutir). Le doy una galleta, para eso he bajado el paquete entero, hay que compartir, le digo a Alexei. Estoy en ese punto en el que todo lo que hago delante del niño, lleva moraleja, pero a esto volveré otro día.
Se sientan 5 niños en mi toalla (el resto tras obtener la galleta, se las han pirado) a comerse las galletas y comentar lo buenas que están, ya se sabe, las galletas ajenas, están más buenas que las propias. Estamos pelín apretados, con el calor que hace, uffff, bueno, lo normal. La subsodicha niña también decide unirse, va sin braguitas, con un vestido corto y como ya no caben en la toalla se sienta en el césped, joer, con el culo al aire y la de hormigas que hay.... echo un vistazo a ver si hay alguien pendiente de la niña y comentarle que la pobre esta medio en pelotas en el césped, no me parece muy higiénico. Nadie. Bueno, tal vez los padres sean muy naturistas.
Uno de los niños decide jugar a las pistolas, aleeee, todas las mamás a buscar en la bolsa la pistola de agua, la niña me mira fijamente, quiere que le dé una pistola también, "bonita, la que tengo es de Alexei, ¿tu mamá no ha bajado pistola también?, Alexei, ¿le dejas a la nena la pistola? hay que compartir". Alexei me echa una mirada cuya traducción es "madre, ni de coña", echo otro vistazo por el césped a ver si hay alguien pendiente de la nena, me da pena que no tenga pistola. Nadie.
La niña intenta quitarle la pistola a Alexei, este se cabrea, se pone a berrear, e intento poner paz,
tampoco es justo que Alexei se quede sin pistola, las cosas como son. Le doy la pistola al dueño legítimo mientras intento distraer a la cria con otra galleta (me importa una mierda si la jodia niña no cena, no es mi problema) mientras de refilón miro a ver si hay alguien pendiente de la nena. Nadie.
Empiezo a mosquearme, en fins, calma, todas nos hemos despistado estando de "rajera" con alguna vecina y el niño por ahí suelto, pero ya me parece mucho rato para un despiste. Se apañan como pueden con una pistola menos, pero Alexei ya esta mosca con la niña y "no la ajunta". Tras 5 minutos de paz, cambian de juego, ahora ahora quieren el ping pong, todas las mamás sacamos las raquetas de ping pong de la bolsa, todas iguales, el chino de la esquina se estará forrando el tío. La pesada de la niña vuelve a la carga y esta vez, directamente me "rebusca" en la bolsa, "bonita, no se busca en bolsas que no son tuyas, ¿no tienes raquetas?" . La niña la verdad no es muy comunicadora, vuelvo a mirar por el césped, ya sin esperanza, a ver si hay alguien pendiente de la cría. Nadie.
Bueno, como cada niño tiene dos raquetas, esta vez no hay mucho problema, hay raquetas para todos, pero Alexei ya la tiene atravesada, (mira que es rencoroso el tío) y comienza a hacer campaña en contra de la jodía cria entre los otros niños (va para político, con tres años intenta manipular a la masa). Los conflictos van en aumento, lo siguiente es la pizarrita y ahí si que la vamos a liar. Indago en los grupos de madres cercanos a ver si alguien sabe si la niña tiene dueño, nadie sabe nada, amos, que la niña ha aparecido por generación espontánea. Ya mas mosqueada que un pavo oyendo una pandereta le voy echando un ojo a los grupos de padres/madres que hay diseminados por el césped, descartando a los que ya conozco o me suenan, hasta que llego a unos, justo en la otra punta, que "casualmente" están casi de espaldas a donde yo estoy, "van a ser esos, fijo" una de las veces, ella gira la cara lo justo para ver que la niña es clavada a ella, "mira tu, no se ha generado la nena por generación espontánea, en su día siguió su proceso natural". No seguiré con el resto de la tarde, el proceso de juegos fue: pilla-pilla, pizarritas, cacharritos, coches, .... y la niña allí sin un solo juguete la pobre, los otros ya no la tragaban y medio en pelotas. Y los padres con sus santos cojonazos sin echarle un ojo a la niña. Llega la hora de subirse a casa, "Fulanitaaaaaaaa" y Fulanita se va, mira, sabían perfectamente donde estaba la niña, estaban pasando de ella directamente, me dan ganas de pasarles la minuta por el servicio de canguro.
La tarde siguiente en cuanto la cría se presentó donde estábamos, Alexei le dejo muy claro que no querían "jubar" con ella porque les atizaba. No me gustó que lo hiciera, pero tampoco me apetecía pasar otra tarde pendiente de una niña que ni se quien es y prefiero que los conflictos los resuelva el por su cuenta. El resto de tardes la niña da la brasa en otros grupos.
Lo siento por la cría, no deja de ser un niño, pero joer, si sus padres no se preocupan....
¡Contadme vuestras experiencias con los niños boquerón!
Lulú